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domingo, 16 de noviembre de 2008

Me iré a la cama temprano


Me iré a la cama temprano.

Atraparé pa' mi sueño
un lucero enamorado
un cantor de estrellas niñas
un cuenterillo abnegado

Atraparé soles, lunas
enanas rojas y duendes
increíbles nebulosas
y mil cien amaneceres

Atraparé todo un canto
de alegrías inusuales
de risas de mil matices
de paseos otoñales

Atraparé de las crines
a mi unicornio dorado
que me lleve suave, al trote
por parajes no narrados

Atraparé, y va en serio,
y pondré a buen recaudo
las sonrisas luminosas
de muñecotes de barro

que me miren y se rían
y lo hagan sin empacho
hasta lograr contagiarme
en los ojillos su rastro

Atraparé, ¿ya lo he dicho?
tu mirada y nuestro abrazo
las hojas que caen silentes
el agua que va despacio

la tarde que se desliza
el sol que vuelve cansado
la luna menuda y quieta
plata y oro en su halo

Atraparé tanto y tanto
tanta magia y cuentos blancos
que mi noche estará plena
Me iré a la cama temprano

©Paloma
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domingo, 22 de junio de 2008

Agua. Vida.

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domingo, 15 de junio de 2008

Cosas imposibles


Esta noche he soñado cosas imposibles y es curioso que las recuerde porque no lo suelo hacer. Caricias del pasado envueltas de presente. Caras que no están, que fueron pero ya no son. Sueños. Voces que fueron del alma. Sonrisas que en el alma quedaron. Atmósfera. Sueños. Y después aún he soñado un camino de montaña, hecho de barro, con fuertes pendientes, en medio del bosque. Yo, conduciendo un seiscientos por aquellos andurriales...


Ahora que lo pienso, de novios, mi ex y yo, utilizábamos el seiscientos de mi suegra y con él hicimos toda la cuadrilla expediciones increíbles. El seiscientillos nos llevó por caminos por donde no pasaban los Land Rover. Montaña arriba, cargado de personas, mochilas y útiles para la acampada... Han pasado muchos años. No sé ahora mismo hasta qué cota llegamos pero era en las Peñas de Aya, cerca de nuestra ciudad. Subíamos por donde los todoterreno se quedaban atascados. En serio. El seiscientos de mi suegra era fabuloso. Murió, pobrecito, por una sobredosis de alcoholdenoséqué que le echaron al motor y que convirtió sus tripas en fuego y su tubo de escape en lanzallamas. Por la autopista adelantábamos a los Mercedes... jajajaja... Qué tiempos, dios mío! Qué tiempos!


Pues por esos bosques húmedos iba yo esta noche con ese cochecito, no mucho menor del que tengo ahora, entre otros coches y montañeros. Caray, la vida silvestre esta cada vez más masificada. He bajado una pendiente de barro, todo en sueños, con más miedo que alma... Allá voyyyy... Ufff... Llegué abajo. Y abajo era un paraíso. He visto el letrero, Urriza (no estoy segura, pero creo que significa "avellana" ) colgado de un árbol en ese frondoso bosque. He bajado del coche y he descubierto un mundo de magia, de fuentes de agua sobre lecho de piedra y aún indago en internet por si encuentro el lugar y es real, tan real me ha parecido. ¿Se contará entre mis dotes ésa de viajar en sueños por lugares reales?


Quiero soñar de nuevo.


©Paloma

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jueves, 5 de junio de 2008

Un columpio


Quiero un columpio sobre el aire nuevo

un columpio al horizonte, a las estrellas y a las nubes

Quiero un columpio a las cimas nevadas

un columpio sobre el mar y sobre la hierba y la espuma

Quiero un columpio que me despegue del suelo

que me vuelva ligera como algodón o seda

Quiero un columpio de sueños

que me meza, me lleve y me traiga a su través

Quiero un columpio de sensaciones placenteras,

de ingravidez, de ausencia

Quiero un columpio viajero por mundos y soles nuevos

un columpio de música, de reflejos de vida

Quiero un columpio bajo la copa grande de un árbol

a su sombra y sujeto, fírmemente aferrado.

©Paloma

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martes, 27 de mayo de 2008

Domestícame



Hace algunas horas ya que debería estar durmiendo. Se ha hecho tarde esperando algo. Algo que llegara de pronto regalándome ilusión. Algo que me arropara y cuidara con mimo. Algo que me hiciera sentir acogida.

Busco alguien que me domestique, que quiera ser especial para mí y yo lo sea para él, que me espere cada día a la misma hora, que se alegre al verme, que sea feliz junto a mí y nos necesitemos y seamos únicos el uno para el otro en el mundo.


Mis ojos, abiertos como platos, se niegan a dormir mientras la mente y el alma se mecen en la placentera sensación de pertenecer.

Buenas noches.


©Paloma

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lunes, 26 de mayo de 2008

El tiempo se va



El hombre de arena me ha dejado el corazón lleno de congoja, emocionado por el drama, por lo mísero de las existencias, por el gris y la oscuridad que todo lo baña y por el amor que se eleva sobre lo demás, filtrándose en los recuerdos, en las almas, para volverlas nuevas y puras, redimidas.

Tumbada en el sofá, miro mis pies desnudos, tan blancos, casi de niña por el tamaño, y la tristeza se asienta cada vez más dentro, estoque profundo. Ella me deja sin fuerzas, informe, anulada.

Mis pies acercan tu recuerdo, tu tacto, y el reloj me dice inexorable que el tiempo se va, que ya no queda.

Esperaba más de hoy.


©Paloma

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domingo, 27 de abril de 2008

Tu ventana

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No sé si llegarás a leerme. No sé si alguna vez tus pasos te traerán hasta aquí. Pero hoy quiero decirte, quiero hablarte sin que por ello te sientas presionado. No lo pretendo ni hoy ni nunca. Simplemente hay días que necesito decir y que necesito que tú me digas. Pero no lo comprendes, o no sabes o no quieres. Quizá no puedes. Y me sueles responder poco, muy poco, y sólo si me ves mal. Me abro a ti y lo que te doy choca contra un muro, tu muro, el que te protege, el que te evade, el que te esconde, el que te anestesia.

No es amor. No me engaño. Querer, lo que se dice querer, tú no me quieres. Si me quisieras saldrías de ti. Me aprecias, te hago compañía, te ríes conmigo... pero no me quieres. No me buscas. No me esperas. Si estoy, bien. Si no, puedes pasar sin mí. No te falto. Lo sé.

No importa. Yo tampoco te quiero, no me permito quererte. Me haces compañía cuando te apetece, te ríes cuando lo necesitas. Me aprecias, sí. Sales de tu monotonía conmigo. Cuando deseas desconectar de tu rutina, entonces abres tu ventana y me encuentras siempre. Soy tu aire fresco. Pero el aire que yo necesito llega muy pocas veces y a fuerza de luchar.

No, yo no te quiero. Nos acompañanamos en momentos, a ratos, pero no caminamos de la mano. Te sirvo. Me sirves. Nada más. Suena duro pero es así.

Si te dieras a mí, yo te lo daría todo. Eso es lo que tú no sabes, pero no te das y la experiencia enseña a no entregarse a quien no se entrega. Una lección que cuesta aprender y que hace no dejarse calar del todo, no creerlo del todo. Te ilusionas, es inevitable. Pero cada vez son menos altas las cimas y son menos bajos los valles.

Añoro el amor loco, generoso, que todo lo da. Te acercas y subo a la nube pero te vas pronto y me dejas sola ahí arriba, obligándome a bajar y, cuando ya me encuentro abajo intentando acostumbrarme a tu falta, vienes de nuevo para con nada hacerme volar. Vuela y cae y cae y vuela. Esa soy yo a tu lado. Una burbuja que, ingenua y no, asciende para estallar pronto.

Tú no me quieres, no. A trechos andas a mi lado y te haces la ilusión de querer como me la hago yo. Alterno momentos de lucidez con otros de confusión... No, tú no eres lo que yo busco, compañero mío de pasos discontínuos. La frustración supera a la plenitud.

©Paloma

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