Perdida,
busca unos brazos en que refugiarse
una voz acogedora que se enrede entre su pelo
un cuento que trace caminos
un verso, un poema, una palabra, una caricia
un abrazo, un beso, una mirada, una sonrisa
una voz acogedora que se enrede entre su pelo
un cuento que trace caminos
un verso, un poema, una palabra, una caricia
un abrazo, un beso, una mirada, una sonrisa
No encuentra. No hay eco. Está sola.
Congoja de corte afilado la va rebanando en porciones, matemática, durante la noche.
Y el día, por fin, el día.
Con un gesto se despiertan las piezas del puzzle, ser humano.
Se encajan, se engarzan, se sueldan sin apenas costuras apreciables a la vista.
0 briznas para mi nido:
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