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Suena el Cascanueces a lo lejos, inesperado. Agudizo el oído, tardo unos instantes en darme cuenta de qué se trata. Corro hacia el dormitorio presurosa temiendo que desista por la tardanza. Me alegra la sorpresa, su voz al otro lado, el paréntesis que me regala.
Suena el Cascanueces a lo lejos, inesperado. Agudizo el oído, tardo unos instantes en darme cuenta de qué se trata. Corro hacia el dormitorio presurosa temiendo que desista por la tardanza. Me alegra la sorpresa, su voz al otro lado, el paréntesis que me regala.
Me tumbo en la cama para dedicar mis cinco sentidos a escuchar, mirando a lo alto o cerrando los ojos, la sonrisa de par en par.
Qué pequeñas son las cosas que nos vuelven el día feliz.
Gracias.
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©Paloma
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