Me gustaría volver el tiempo atrás y tal día como hoy pero de hace un mes te daría un abrazo con toda el alma por si ya no te volvía a encontrar más detrás de la luz verde de este nido tuyo desde el que volabas en libertad, con tu música, por tus paisajes, con tus aves...
¿Qué decir que no te haya dicho ya?
Amigo en el corazón...
Escribiendo llegamos hasta el fondo del alma del que nos lee y nos hacemos un hueco en su corazón, un hueco que lleva nuestro nombre para siempre.
Seguro que, después de despedirte de los tuyos, abrazándolos con tus alas de gavilán del viento, también hiciste un vuelo raso por estos lugares y te acercaste a nuestros rincones y leíste nuestra inquietud por ver tu luz apagada tanto tiempo y nos acogiste y, de algún modo, te quedaste en nuestros nidos para siempre.
Amigo en el corazón...
Sobran todas las palabras. Pero aqui no hay otro modo de hacer llegar lo que se siente. Tú eras de pocas palabras y seguro que con éstas te basta para comprobar de nuevo el cariño que tenemos por ti.
Un beso fuerte, fuerte, fuerte.
(Voy aprendiendo a decirte adiós, vientecillo, wapín)
Una flor para ti, la que siempre regalabas.
©Paloma
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