Y llega el día.
La luz deshace los fantasmas.
Los esfuma.
Esos que entran, furtivos, cuando nadie los ve
y se te clavan sin pedir permiso devorándote el alma,
apoderándose de tus entrañas en la noche,
haciendo de ellas su reino.
Y llega el día.
No los vence.
Pero rescata.
©Paloma
2 briznas para mi nido:
Qué será eso que tiene la tiniebla que sin embargo no tiene la soledad...
O sí, puede que sí. A lo mejor son la misma cosa.
A veces me gusta la soledad. La tiniebla no tanto, pero pasearse por una ciudad a las tantas de la madrugada, con muy poquita luz y menos gente, es una pasada.
Tendría que hacerlo más a menudo. De hecho ni se me acordaba.
Musutxus
La soledad a la que te refieres es la quietud, el silencio de la ciudad dormida, la magia de la noche que nos abre su secreto.
La tristeza es bruma, tiniebla.
La noche es sólo oscuridad.
Házlo, en verano es una maravilla, la temperatura es más amable que durante el día y se disfruta más.
Biquiños :P
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